Día 1: Supervivencia

Verano Europeo

Inicia mi recorrido a vencer un miedo, viajar, dejar a toda la gente que quiero, irme lejos y dejar la rutina, todo lo cotidiano. La ansiedad de estar lejos de casa.

 

Dormí casi todo el vuelo de México a Madrid y leí Conversaciones con Dios de Neale Donald.

Mientras caminaba por las calles de Madrid no podía creer que estuviera en otro continente, cuando hace unas horas estaba en Monterrey, que no tenia reglas, que ahora estaba por mi cuenta y solo estaba bajo mi propio juicio.

Todo salió excelente, cometí mi primer error, compre dos vuelos de ida a Belgica y en vez de ida y vuelta y hasta ahora me sigo riendo de eso, todo viéndolo como una oportunidad de aprender y vivir una experiencia que jamás olvidare. Use el metro con un amigo, compramos vino de 1 euro (de verdad esta más barato que el agua) y después fui de antro al Joy. Para ser mi primer día no podía pedir más.

 

Secretos de mi almohada

“La vida no tiene nada de espantoso si no te preocupas por los resultados.” – fragmento del libro Conversaciones con Dios

No todo es como parece, casi siempre es mejor

Que chistoso como difiere la manera de vernos nosotros mismos a la de los demás.

 

Después de pensar tanto las cosas como lo suelo hacer últimamente me veía sola, sin autoestima, sin poder contestarme esta pregunta:

¿Qué tengo para ofrecerle a los demás?

 

Olvide quien era y por lo tanto estaba buscando mi ser. La verdad en mi, sólo lo que tiene verdadero valor y que deja verdaderos regalos dejando a un lado el ego. Por más cursi que suene, estaba buscando el amor y el amor que soy, todo esto como uno mismo. Porque lo que estoy buscando no esta fuera de mí, sino dentro.

 

Entonces me tope con esta persona tan especial para mi que aún y cuando recibía tantos halagos no podía creer que todos me pensaran y consideraran como una persona tan especial y valiosa.

Actualmente estudió dos carreras Licenciado en Administración de empresas y Licenciado en Contabilidad y Finanzas que me hace una diferencia enorme a muchos. Que yo no duermo como muchas chicas, siempre busco hacer algo, avanzar… sentirme ocupada. No descansar mas que cuando es necesario y aún y teniendo todo, quiero algo para mi. Busco superarme en lo personal fuera de lo que me pudiera dar mi familia, persevero y quiero más. Fuera de mis estudios, mi dedicación al deporte, porque siempre estoy activa en cosas de provecho e inteligencia. Tal vez yo no aprecie todo lo que soy o no entiendo pero que esto le pasa a todos. Pero mi forma de ser hace que las personas quieran ser mejores y las obliga a ser mejor y superarse.

 

Realmente muy dentro de mi se que muchas cosas son ciertas, pero el punto no es que me las digan si no que yo me las crea. No es necesario que una persona te diga como eres para poder creerlo, creo que si ayuda. Pero cada quien es un mundo, donde no todos nos veremos de la misma manera. Y a veces no todo es como parece.. casi siempre es mejor.

 

Todo esta en nuestra manera de ver las cosas.

Acabo de leer “Los cuatro acuerdos” escrito por Dr. Miguel Ruiz, una guía para la libertad personal. ¡Recomendadísimo! Creo que todos lo deberían de tener. Aquí es donde empiezo a ver por mi, encontrar sólo lo que tiene verdadero valor que resumí en estos 4 acuerdos que dice el libro:

 

  1. Sé impecable con tus palabras: 

Por mas simple que parezca es sumamente poderoso. ¿Por qué? Porque somos un espejo y todo lo que decimos de nosotros mismos y de los demás es un reflejo de nosotros. Es decir, somos lo que decimos, esto es, no utilizarlas contra nosotros. Utilizar la energía correctamente, en la dirección de la verdad y el amor por nosotros.

Siempre que escuchamos una opinión y la creemos, llegamos a un acuerdo que pasa formar parte de nuestro sistema de creencias. En verdad debemos de saber lo que somos y lo que tenemos y saber que opiniones aceptar y cuales no. Tómalo de quien viene. No porque te digan que eres increíble, lo eres, y no porque te digan que eres un estúpido también lo eres. Y la única manera de romper estos acuerdos que nos creamos es llegar a un nuevo acuerdo en base a la verdad. La verdad es el aspecto más importante del hecho de ser impecable con tus palabras.

  1. No tomes nada personalmente:

Pase lo que pase alrededor, no hay que tomarlo personal porque nada de lo que los demás hacen lo hacen por nosotros, sino por ellos mismos. Y cuando nos tomamos las cosas personalmente suponemos que saben lo que hay en nuestro mundo e intentamos interponernos por encima del suyo.

Las opiniones no tomarlas personales porque se refieren a ellos, no a nosotros mismos. No porque no confiemos, sino porque sabemos que ven el mundo con diferentes ojos, con los suyos. Y sea lo que sea lo que la gente haga, piense o diga, no hay que tomarlo personal, porque si lo hacemos nos exponemos a sufrir por nada. Los seres humanos somos adictos al sufrimiento en diferentes niveles y distintos grados; nos apoyamos los unos a los otros para mantener esa adicción. Entonces no hay que esperar que los demás nos digan la verdad, porque ellos también se mienten a sí mismos. Así no depositaras tu confianza en lo que hagan o digan los demás y confiaras para elegir con responsabilidad, porque no somos responsables de lo que los demás hagan, solo de nuestros propios actos para poder decir que sí o no sin culparnos o juzgarnos.

  1. No hagas suposiciones:

Tendemos a hacer suposiciones sobre todo. El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto. Juraríamos que es real. Hacemos suposiciones sobre lo que los demás hacen o piensan y nos lo tomamos personal, y después, los culpamos y reaccionamos enviando veneno emocional con nuestras palabras. Este es el motivo por el cual siempre hacemos suposiciones, nos buscamos problemas. Sólo vemos lo que queremos ver y oímos lo que queremos oír. No percibimos las cosas tal como son. La manera de evitarlo es preguntando, asegurándonos de que las cosas queden claras. Si no comprendemos alguna suposición tener el valor para preguntar hasta clarificarlo todo lo posible. Una vez escuchando la respuesta no hacemos suposiciones porque sabemos la verdad.

 

Utiliza las palabras para crear, dar, compartir y amar.

 

  1. Haz siempre lo máximo que puedas:

El último acuerdo hace que los otros tres se conviertan en hábitos profundamente arraigados.

Bajo cualquier circunstancia hacer siempre lo máximo que podamos, ni más ni menos. Independientemente del resultado, no importa si estás enfermo o cansado, si siempre haces lo máximo no te juzgarás a ti mismo de modo alguno. Todo esto significa actuar porque amas hacerlo, no porque esperas una recompensa, la mayoría de la gente hace lo contrario y es el motivo por lo cual no hace lo máximo que se puede.

 

Secretos de mi almohada

Es fácil vivir con los ojos cerrados, interpretando mal todo lo que se ve… – John Lennon

¿Pero? ¿Qué quieres?

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Me fascina esta foto de la frase de Ernesto Sacheri.

¿Pero? Es la peor palabra que se puede agregar a una oración, desilusiona.

Un día dije lo que sentía, como dicen: “dile que es lo que sientes, sólo arriesgando sabrás.” Y ahí estaba yo juntando todo el valor que tenía para decir lo que ya se sobreentendía entre nosotros, que me gustaba.

– ¿Qué piensas de nosotros?

– Me encantas, me fascinas, me interesas, pero es muy pronto, no quiero apresurar nada.

Este es un tema que me ha traído mucho conflicto durante dos meses mas o menos.

Tristemente empecé a darle vueltas a las cosas, ¿pero que hice?, ¿qué falta? Porque sólo entre todos sus gustos raros estaba yo.

Es terrible pensar esperar hasta estar listos.

Tengo el sentimiento de que realmente nadie esta listo para nada nunca. No existe eso de estar listo. Solo existe el ahora. Hablando en general, hoy es un buen día para realizar algo como cualquier otro. Es decir, tienes que tropezar alguna que otra vez para que todo salga como queremos; si no te tropiezas de vez en cuando es que no estas aprovechando tus oportunidades. Que hacer algo y equivocarnos es mejor que no hacer nada, todo es para un bien. Y al final te arrepentirás más de aquellas cosas que no hiciste que las que sí.

 

El Pero sólo es una palabra potencialmente destructiva, donde nos ponemos un limite. Donde dejamos de vivir.

 

¿Qué quieres?

¡No hay pero que valga! ¿Qué quieres? ¿Qué falta? Todo esta en que nos demos cuenta y valoremos que en realidad lo tenemos todo.

Secretos de mi almohada

No hay peor ciego que el que puede ver y se tapa los ojos.